Yo no quiero hacer de esta una carta plagada de ad hominem, porque si bien es cierto que ser socialista y vivir como capitalista es una contradicción que los postulados del socialismo no acepta, considero que lo peor que hacen estas personalidades no es vivir de una forma y predicar otra cosa, sino precisamente ser multiplicadores de una idea que le ha causado y le sigue causando un daño enorme a esta nación, y esa idea es el socialismo.
Servando, (me voy a permitir
tutearlo porque somos contemporáneos) hace referencia al derecho que tiene su
hermano de enarbolar la idea que desee y que el respeto a su derecho debe
imperar, y la verdad que no podría estar
más de acuerdo con él, pero de la misma forma encuentro igual derecho en
quienes pretenden criticar una postura pro gobierno que ha ido y venido a lo
largo de los años pero que ahora parece intensificarse, vaya usted a saber por qué.
Servando pretende definir y
conceptualizar la palabra “Revolución” (Revolución
es un cambio social radical, basado en su estructura y ejes de poder, para
mejorar las condiciones de vida a través de herramientas políticas, económicas,
sociales, y culturales.) Esta definición trae una trampa, y es que condiciona
toda la revolución a la mejora de las condiciones; cabe la pregunta y ¿si las
condiciones no mejoran no hablamos entonces de revolución? Una revolución que es un cambio, y más que
radical es violento (esto pareciera que se le escapo a Servando cuando busco el
concepto en el DRAE) es lo que verdaderamente define tal hecho, es la violencia
para llegar o para mantenerse y en eso no solo los líderes del chavismo han
sido revolucionarios sino sus seguidores e incluso mucho de sus votantes. Lo
han sido porque como sabemos el hombre es un ser violento pero además de eso la
idea que defienden en este caso el socialismo solo prospera allí donde hay
violencia, donde se atiza el odio entre clases y donde las diferencias se exponencian y multiplican para tildar de enemigo al otro.
Más tarde Servando plantea 2
herramientas para darle sentido a su revolución, una lupa y un espejo. La lupa
afirma que es para ver el mundo y cambiarlo. Y el espejo “para verse a si mismo, cambiarse y por consecuencia influir en su
entorno”. El problema de Servando y de los que apoyan esta revolución es que, o no tiene aumento esa lupa o el cristal está muy empañado, porque la mayoría
de ellos nunca entendió que los problemas de este país eran exceso de gobierno,
exceso de leyes, exceso de políticos, exceso de controles, exceso de subsidios,
exceso de caudillismo, exceso de militarismo; no, esa lupa nunca les mostro que
para repartir hay que producir primero, con esa lupa nunca vieron que el motor
de una sociedad son las libertades de los individuos y de un mercado justo y
seguro donde emprender e innovar. La lupa nunca les mostro que la pobreza
aumentaba conforme la subsidiaban, la lupa nunca mostro que las empresas
cerraban mas rápido de lo que abrían, no les mostro la lupa que ante cada
control surgía un mercado negro, que ante cada regulación desaparecían otro
producto. La lupa entonces no cumplió su cometido.
Nos queda solo el
espejo, Servando afirma que casi no se utiliza dentro de las filas del gobierno.
Parece que no solo no se utiliza, sino que prefirieron tirarlo a la basura a
pesar del llamado que el sr Maduro hiciese esa madrugada del 7 de Diciembre
justo después de anunciarse los resultados. Lejos de la conciliación al a cual
Servando llama, los perdedores de esta elección que son lo funcionarios de
gobierno que no pudieron repetir curul o acceder a él están muy lejos de
rescatar el espejo, o peor aún, de respetar la directriz de una sociedad que se
canso de las colas y la extorsión con la cual este gobierno pretende
acostumbrar a la sociedad a obedecerle.
Por último Servando
Primera se despide con una cita del Che Guevara o como es conocido por muchos
(El carnicero de la cabaña) “La mejor forma de decir las cosas, es
haciéndolas”, creo que escogió a una muy pobre figura para llamar a la reconciliación
o llamar la atención de un gobierno que pareciera querer seguir la senda de
fracaso que nos ha traído hasta aquí. Pareciera, por declaraciones de voceros
autorizados y seguidores que en la misma línea del Che estuvieran más propensos
a prestarle atención a frases de una naturaleza más combativa y menos crítica “Los jóvenes deben abstenerse de
cuestionamientos ingratos de los mandatos gubernamentales.”.
Yo de verdad espero
el ofrecimiento de Servando para que ayude a reconciliar al país pero la reconciliación
parte cuando hay justicia, cuando se desiste de la confrontación y se entiende
que los derechos de los individuos están por encima de cualquier proyecto político.
Mario Guirados