Por la Libertad… Se lucha

En un extracto de un poema de Manuel Diez de lo Ríos titulado “De como la palabra quiso ser y no podía”, decía que “Mientras la Libertad sea una palabra de las enciclopedias… no me digáis que la palabra sirve para algo”. Cual es el verdadero significado de la Libertad entonces. 

    Se ha dicho muchas veces en la vida que lo que cuenta en este suspiro de tiempo que nos otorga el altísimo, es lo que llegamos a vivir, a soñar, a realizar y a experimentar, yo digo entonces que vivir es cada una de esas actividades siempre y cuando el Ser no encuentre ningún tipo de restricción alguna. Cabe destacar que esas restricciones las conseguiremos por doquier y es entonces cuando el alcanzar la Libertad se convierte en esa travesía mágica por sortear, abolir, enfrentar cada uno de esos yugos que nos impide la realización de nuestro ser.


    La Libertad no es solo una palabra bonita, es el premio mas estimado que como humanos podemos y debemos proteger. Es la base para el verdadero desarrollo, uno que exalta a la persona, reconociendo su individualidad, aquello “único” que todos como seres tenemos. Sin duda que eso comprendieron aquellos redactores de la Declaración Universal de los Derecho Humanos cuando incluso la colocaron primero que la Vida, porque después de todo de que vale una vida en esclavitud.

    La necesidad de libertad de nuestros tiempos nos obliga a  un compromiso mas ulterior, mas sacrificado, a uno donde estemos tan dispuestos a todo por esa doncella que nace y se renueva, que es violada y exaltada por igual en tantas latitudes de este mundo. Porque huelga decir para comenzar que al igual que en tantas otras épocas, para ciertas gentes, la libertad ni
es una sola ni se entiende por igual. Se dice que una es mas legitima que otra, que debe ser condicionada, que debe ser fiscalizada, retenida, etc; pobres, pobres porque no la comprenden, no la entienden… me atrevería a decir que hasta le temen. Le temen porque la libertad por si misma implica muchas cosas, entre ella una que a los limitados de recursos, sean estos intelectuales, o de otra índole los congela ya que en su afán de conformismo no persiguen, se trata de la responsabilidad, de esa responsabilidad tan noble que viene acompañada del saberse libres y dueños de uno mismo; de esa responsabilidad que por momentos y en especial en los momentos primarios de nuestra vida resulta apabullante por cuanto surge la pregunta de si seremos capaces de tal hazaña, de surgir, de tomar las decisiones que han de marcar nuestro  destino, de sentar posiciones por mas duras o poco populares que sean, pero que a fin de cuentas sean producto de nuestro libre albedrío, de nuestros principios, de lo que el fuero interno nos dicte.

    En estos últimos años y muy especialmente en América latina ha habido un recrudecimiento de actitudes no solo hostiles, sino en profundo matiz antagónico con la Libertad. En nuestras distintas naciones ha sido objeto de gran debate el “por que” de la cabida que han tenido actitudes tan ajenas a la Libertad como el autoritarismo, el caudillismo, la dependencia estatal, la demagogia, el populismo, etc, en sociedades tan modernas. Parte de la explicación o de la lógica que he encontrado es la de que independientemente del tiempo, de que año tras año se acumule una nueva celebración de independencia, nuestros pueblos no han sido verdaderamente libres ni un día de sus existencias, y entonces surge la justificación del ¿Cómo defender algo que no se conoce?, el verdadero muro que tiene la Libertad en nuestras sociedades, es la de garantizar no solo el ejercicio de uno determinados derechos políticos, sino el de asegurar una comida balanceada, el acceso a la salud, educación, vivienda, y capacidad de prosperar. Lo paradójico de todo esto es que esas batallas solo serán ganadas con la bandera y las armas de la Libertad, no bajo modelos autoritarios y totalitarios que niegan al individuo así como sus necesidades particulares o sus capacidades propias, anulándolo dentro de un supuesto conglomerado o colectivismo del nuevo siglo, ni dentro de economías dirigidas y estructuradas. Pero en ese caso, que hemos estado haciendo mal los defensores de la Libertad o mejor dicho que hemos dejado hacer?.

    Hemos hecho muchas cosas mal, entre ellas abandonar la lucha sin si quiera pelear, no hemos defendido nuestros principios como deberíamos, en muchas ocasiones nos hemos avergonzado de lo que defendemos; encontrarle explicación a estas actitudes seria objeto de otro ensayo, tal vez mas extenso y profundo.

   Otro de los muros, franqueable por demás pero de difícil aceptación es el de creer que porque nuestras propuestas (las de los que defienden la Libertad) son lógicas y ciertas, son conocidas por los ciudadanos, y en ese divagación es que nos hemos perdidos dentro de espacios políticos propios del pragmatismo social, de la refutación de ideologías, y caído en espirales populistas aun dentro de corrientes liberales. Todo por el miedo a un costo político demasiado elevado de hablarle al ciudadano con la verdad, e informarle que una política que vulnere las libertades por mas noble que esta suene, nunca se vera retribuida en beneficios al ciudadano por su inviabilidad, por ser insostenible en el tiempo, por no existir los recursos y no querer hipotecar el futuro de las nuevas generaciones para obtener un resultado  tal vez positivo pero siempre cortoplacista.

    Gayo llego a decir de la Libertad que era “el mayor de los bienes”, y como todo bien este se aprecia cuando su escasez se hace latente. Hoy por hoy muchas de nuestras sociedades contemplan una espada de Damocles tambaleándose sobre la institucionalidad de cada uno de esos países, sobre la propiedad privada, sobre la libertad de expresión, sobre los derechos políticos, sobre los económicos, puede decirse que esa espada sigue allí porque los defensores de la Libertad desde 1989 lo dimos todo por hecho, dejamos que el autoritarismo no solo se rearmara sino que se tecnificara en cuanto nuevos modos de intervencionismo, de controles, de fiscalización, que lograran sembrar en la mente y el corazón de las personas que la Libertad era algo malo y que mucha terminaría por degenerar a la persona humana; cuando verdaderamente sabemos que la degeneración de nuestras sociedades viene dada por el sin sentido que el ciudadano encuentra en su vida, porque enfrascados en los quehaceres del día a día, en las vicisitudes que nos presenta el mundo moderno, pareciera posible que renegáramos de nuestras libertades para que las decisiones difíciles las asuma otro, y de esta forma pasarse la existencia viviendo unos de los otros.

    Si bien esto pudiera sonar a frase tomada de un discurso de alguna gran producción de Hollywood, lo jóvenes nacidos en las décadas de los 80 y los 90, vivimos en un mundo demasiado distinto; es un mundo que no esperaba la globalización, puesto que ella ya había llegado, en consecuencia todo se nos mostraba domiciliado, para mayores luces de esto proyecto varios ejemplos, con la invasión de la televisión satelital, cable, y el Internet, las cosas por mas lejanas que hubiesen sucedido daban la impresión de que eran sucesos a la vuelta de la esquina, pero con todo y eso no logramos exportar de una manera tan eficaz los beneficios de la libertad. Cosa que sí hicieron los enemigos de ella, y como ya avise anteriormente, su escalada en poco mas de una década fue algo pasmoso, el como después de que el socialismo real cayera por su propio peso los “incrédulos de la Libertad” no tomaron ni un día de descanso para maquinar como seria su nuevo ascenso al poder, esta vez disfrazados de tolerancia y  pluralismo. Un hecho por demás que se vivió en todo el planeta,  lo destacable de esto es que la necesidad de Libertad ni tiene fechas establecidas, ni usos horarios. La lucha por la Libertad es la causa mas perpetua del hombre, porque así como esta en la naturaleza del hombre ser libre, también esta el privar a otros de ella, algunas veces incluso con los más nobles objetivos, otras tantas, nada virtuosos los que persiguen. Entiéndase con esto que no quiero ser pesimista, por el contrario un profundo entusiasta de esta causa, porque me reconozco en ella, y en lo importante y lo virtuoso que hay en preservarla, y por lo tanto el defenderla no nos debe cansar, porque al ser esta un premio, como todo buen premio debe ante todo, merecerse.

    Los muros que se nos presentan a los jóvenes de estos tiempos paradójicamente son muy parecidos a los de antaño; personas que le temen a la Libertad, personas que debido a la naturaleza de sus proyectos no les resulta beneficiosa, el conformismo de sociedades que prefieren relegar las decisiones de una vida adulta a grupo de personas ajeno a ellas mismas. Pero sigo insistiendo que la mayor prueba ya ni siquiera me refiero a ello como un muro, es la de demostrarle a los ciudadanos de este continente que solo con Libertad, con Libertad bien entendida, es decir siendo libres en cada uno de los aspectos de nuestras vidas, podremos enfrentar el flagelo de la pobreza con medidas que no solo la venzan en el tiempo, sino que sea sustentables para las nuevas generaciones, y se reviertan en beneficio de la calidad de vida de nuestros habitantes.

    Y en este caso hago referencia directa a un aniversario proximo a conmemorar, el de la caída del muro de Berlín, el muro no fue simplemente eso, era una de las paredes de la cárcel mas grande que la humanidad hubiera conocido. No dejemos como jóvenes o como Ciudadanos del mundo que nos encarcelen bajo ninguna excusa, aunque sea como decían las autoridades de la extinta Republica Democrática Alemana para “protegernos”.

    Posiblemente las cárceles a las cuales se somete la libertad en nuestros tiempos sean mas pérfidas y aun mas maquiavélicas que las de antaño, puesto que las de hoy limitan expresiones que ni siquiera podemos exteriorizar, hay controles que hoy por hoy nos limita hasta la materialización de dichas libertades, el mas puro ejemplo de ella son las de expresión y las libertades económicas, por no incluir las políticas, las cuales parecieran que están un poco mas a salvo, a menos que los gobiernos de turno se sientan amenazados, momento en el cual estas ultimas también pasan a estar en el ojo del huracán.

    Por ultimo, no debemos olvidar que aun después que la Libertad derrotara a las tinieblas tras de la Segunda Guerra Mundial, la mitad de Europa todavía continuo esclavizada. Es por ello la necesidad de acabar con todos y cada uno de esos muros hasta que no quede uno en pie, con el cual podamos vincular algunos de nuestros temores, o con el cual algún ser humano se tenga que postrar y ver disminuida su dignidad y su honor. Por ello tengamos claros hoy y para siempre que los únicos que temen a la Libertad y sientan necesidad de coartarla son los propios enemigos de ella.

    La Libertad, no es una percepción, es algo que se tiene o no se tiene, luchemos por ella.

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