Expropiar es Robar



Esta semana ocurrió algo, que tiene un significado histórico increíblemente peculiar. Un presidente en el acto de entrega de su “Memoria y Cuenta” ante la asamblea nacional fue increpado por “Ladrón”.

Un evento de semejante naturaleza y repito, significación, me ha servido de bálsamo renovador en esta lucha. Al fin, un ciudadano(a) tuvo la valentía de erigirse frente al Jefe de Estado de su país y decirle en su cara y en cadena nacional una verdad del tamaña de una catedral (diria un español). La denuncia si bien no fue hecha por un ciudadano cualquiera sino por alguien que goza de una inmunidad especial por la relevancia de su cargo no le resto merito al mayor ejercicio de conciencia ciudadana que una persona puede acometer, como es el de controlar, denunciar, aclarar, y responsabilizar a los funcionarios públicos por las actuaciones durante el ejercicio del gobierno.

Tal denuncia se fundamento en el actuar y proceder entorno a las expropiaciones llevadas acabo en los últimos 14 años de gobierno en nuestro país. Lamentablemente no todo puede ser color de rosa, y si bien hubo una muestra de crecimiento y madurez política, los mismos agoreros leguleyos de siempre (vaya usted a saber con que finalidad) quisieron hacer salvedades respecto de la “imprecisión” de que expropiar “no es robar” si se acompaña dicho acto de un procedimiento previo y de una justa indemnización.

A continuación en un ejercicio de pedagogía, como en efecto trato de que todos mis artículos lo sean, voy a explicar por que a la luz de los que defendemos la propiedad privada, los derechos individuales y el limite en el ejercicio del poder publico, la expropiación bajo cualquier circunstancia ya sea precedida o sucedida de actos “legitimantes” constituye verdaderamente un ROBO.

Seguidamente precisaremos un par de conceptos que nos ayudaran a hilvanar mejor las ideas.


El robo según el diccionario de Osorio es calificado como “delito consistente en el apoderamiento ilegitimo de una cosa mueble, total o parcialmente ajena, mediante el empleo de la fuerza en las cosas o de intimidación o violencia en las personas…”. Así mismo dispone en cuanto a la expropiación: acción o efecto de expropiar, de desposeer de una cosa a su propietario dándole en cambio una indemnización justa. Se entiende que la facultad de expropiar esta reservada a los organismos estatales…y a condición de que se efectué por causa de utilidad publica, calificada por ley y previamente indemnizada”.
Analicemos

La propiedad privada como debería ser  entendida no tiene otro limite que el del derecho ajeno. El uso, goce y disposición de una cosa son elementos constitutivos de la misma y le corresponde solo a su propietario el ejercicio de tales. La propiedad se transmite con el consentimiento legítimamente manifestado SIN vicios del consentimiento tales como la violencia o el error. Si estamos de acuerdo en esto es una obviedad recalcar que en la expropiación no media el consentimiento del propietario, sino que corresponde a un órgano ejecutivo (y en muchos casos viene dado de oficio por la misma ley) catalogar determinado bien, servicio o producto como “expropiable” sí, expropiable, es el termino mas apropiado para definir aquellas cosas que son de “utilidad publica o interés general”. Dado lo genérico e impreciso de dicha terminología nos coloca a todos en un estado de evidente indefensión, por cuanto es consabido que todas y cada uno de las relaciones humanas en determinado momento son de interés general, y la utilidad publica es una valoración total y completamente subjetiva dada por actores dentro de contextos de mercado. Por todo ello y si nos regimos por los estandares jurídicos actuales TODO podría ser objeto de expropiación en determinado momento.

 Otro de los argumentos a considerar es el hecho de que hay una “indemnización” de por medio. Bien, en el caso de la expropiación no media un indemnización, media es un PRECIO establecido unilateralmente por la parte adquirente (El Estado) quien es el mismo que en caso de inconformidad evaluara la precisión o no de los cálculos matematicos/teoricos/tecnicos (desconociendo la oferta y demanda) que arrojen como resultado una estimación sobre el valor del bien. No conforme con esto resulta aun mas insólito que al saber que el Estado lo conforman todos los ciudadanos (incluyendo el expropiado) resulta dificultoso entender como alguien no solo se expropia así mismo, sino que se paga así mismo (contrariando los mas elementales principios de la teoría general de las obligaciones que aclara la imposibilidad de que sobre una persona recaiga un derecho y una obligación sobre la misma cosa); pago que se realiza con dinero de los contribuyentes, por cuanto el Estado no gestiona recursos propios sino que previamente tuvo que sustraerlos vía impuestos u otro medio a los ciudadanos.

No conforme con ello recalco como bien establece Osorio y en concordancia con conceptos manejados por maestros de la talla de Bastiat, la ley lejos de imponer restricciones a la libertad y a la propiedad deber ser su primera garante y conservadora, y no aupar medidas coactivas en favor del Estado y en detrimento de los ciudadanos. Como ya hemos ahondado en otras oportunidades la reserva del uso de la violencia por parte del Estado debe ser para impedir violaciones de derechos de un ciudadano a otro, pero no para que el Estado se erija en protagonista de estas arbitrariedades.

Como reflexión final, hago un llamado a mis compatriotas para que no avalemos actuaciones por parte de los órganos de gobierno que no aceptaríamos en el resto de las personas. No aceptemos argumentos tan desafiantes e infantiles como aquellos que invocan leyes foráneas o antecedentes legales. El problema, debemos insistir, en que se trata de principios y de concepciones y valores que no deben ser adulterados o modificados cuando se juzga el proceder del Estado diferente a cuando se juzga un particular; porque a fin de cuenta los hechos son los mismos, y no podemos plantearnos modificar la ley cada vez que el sujeto cambie. En ese sentido afirmar que expropiar sí es robar, y no solo eso, sino que constituye (como todo delito) un desgaste de la fibra moral de una sociedad, que ya se ha visto lo suficientemente mermada en dicho baluarte como para que nosotros de manera voluntaria consintamos en semejantes actos que de ninguna manera repercuten a favor de la construcción de la sociedad que anhelamos.

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1 Response to "Expropiar es Robar"

  1. Anónimo19:36

    oye Mario eres extremadamente hermoso, me encantaria conocerte, eres super bello y lo mas importante y lo que te hace aun mas sexy es que eres realmente un hombre con contenido

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